Aida Domènech, con 2,5 millones de seguidores en Instagram, es la ‘jefa’ entre los influencers de toda España

Dulceida es un pseudónimo, una marca registrada. Dulceida es Aida Domènech, de 28 años, que ha estado toda su vida adulta trabajando activamente en diferentes redes sociales.

En 2008 se abrió un blog. Aida se pasaba todo el día en internet mirando webs de moda y cuando sus padres le echaban la bronca ella les aclaraba que estaba “trabajando y estudiando”.

En 2013 Dulceida subió su primer vídeo a Youtube. “Me pareció una manera de poder mostrarme más”, recuerda. Los vídeos que promocionaban productos de moda o cosmética evolucionaron hacia lo personal: su operación de reducción de pecho, su ruptura con su primer novio, su bisexualidad. “Era un trocito de mi corazón. Pero yo tenía esa necesidad. Muchas veces me dicen, ya que soy influencer, sube esto o lo otro, pero yo necesito poner lo que pienso y lo que siento”.

El Dulceimperio tiene una plantilla de 13 trabajadores. Gestionan las campañas, la tienda de ropa online Dulceida Shop, la empresa de representación de influencers y el Dulceweekend, evento anual ideado con actuaciones musicales, challenges y dj.

“Aida no deja de trabajar”, lamenta su mujer. “No descansa de las redes sociales. Cuando yo llevo dos días sin subir una foto me dice que debo subir una. Vemos Netflix y ella está con el móvil. Tiene un trabajo muy estresante y luego hay gente que le dice que no hace nada”.

El trabajo de Aida es ser Dulceida a tiempo completo. “Hoy he hecho un vídeo y Alba, mi mujer, todavía estaba en la cama, así que me he metido con ella y nos he grabado haciendo tonterías. Me preguntan si cuando tenga un hijo lo mostraré, y digo que yo no quiero, pero me conozco”, admite.